¿Hay gente viva en la Luna?

Eso se preguntaban en la revista Spacemen, en 1962. Yo conozco mucha gente que vive en la luna, pero no en el satélite de la Tierra. El caso es que en aquellos años, la NASA descubrió vestigios de la que pudiera haber sido una civilación selenita. Construcciones hechas por mano humana o algo parecido. Y el secreto se lo guardaron, hasta hace escasos años. Ken Johnston, ex trabajador de la Agencia Estadounidense del Espacio y la Aeronáutica, o sea la NASA, resentido con esta empresa por no haberle incluido las dietas en el finiquito, rajó de lo lindo en una conferencia celebrada en el Club Nacional de la Prensa en Washington. Lo hizo junto a Richard Hoagland, ex asesor de la NASA, también cabreado porque no le vendieron una lotería que salió premiada. JOhnston, ex-director de la Sección de Conservación de Fotos del Laboratorio de la NASA confirmó que, en los años 70, astronautas norteamericanos vieron y registraron con cámaras fotográficas «vestigios de construcciones humanas de antigüedad remota» en la Luna y fotografiaron algunos testimonios tecnológicos. ÉL, en su puesto, fue el encargado de archivarlas, y aunque los mandamases de la Agencia le ordenaron destruir las fotos, Johnston se las guardó en secreto.
Hoagland dijo que «los astronautas también trajeron de regreso algunos productos artificiales, cuyas tecnologías ya han sido utilizadas por Estados Unidos, Rusia, China, India y Japón. Estos países están llevando a cabo una nueva rueda de contienda por la Luna, afirmó Hoagland, y que yo sepa, los norteamericanos trajeron de regreso a la Tierra un secreto sorprendente descubierto durante la permanencia de los astronautas en la Luna. La nueva contienda entre potencias tendrá su desenlace y, a diferencia de la competencia política con Rusia hace 50 años, este desenlace decidirá el destino de todos y cada uno de los seres humanos de la Tierra«. Para echarse a temblar.