Días del futuro pasado (IV)

No me cansaré de repetirlo una y mil veces. ¡Odio los móviles!. Son unos sacaperras y sólo sirven para recibir llamadas no deseadas en los momentos más inoportunos. Y sobre los gadgets que incorporan estos cacharros, pues que para perder el tiempo, mejor de otra manera. A la basura con ellos.

Pero el teléfono del futuro reproducido en el anuncio tiene encanto, por su curvilínea forma o por lo que sea. Me quedo con él.

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